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Los usuarios tienen un sueño húmedo para cada red social. En Twitter es la posibilidad de modificar los tuits, en Facebook impedir que tu madre vea lo que haces y en WhatsApp poder eliminar mensajes sin que la otra persona sepa que lo has hecho.
Instagram no se queda de esta lotería. En la plataforma estrella de los influencers millones de personas se rompen la cabeza todos los días para saber si han perdido o ganado usuarios, qué horas son mejores para publicar y sí, los nombres y apellidos de quienes les visitan.
El problema es que si hay algo por lo que está preocupada Facebook tras el escándalo de Cambridge Analytica eso es la privacidad de la información. ¿Creías que te iba a dar recursos para espiar así a los demás? Ni en sueños.
La compañía es consciente de que tanto en la Play Store como en la App Store existen decenas de aplicaciones de terceros que prometen revelar hasta el carné de identidad del apuntador, pero lleva años ignorándolas.
No es una decisión caprichosa. Esas aplicaciones que prometen el oro y el moro en su mayoría son estafas. En el mejor de los casos funcionan mal o se cuelgan nada más ser ejecutada. Pero en el peor supuesto pueden ser una fuente de phishing.
Es decir, que los desarrolladores podrían ser hackers esperando a que alguien se descargue el cebo. Lo normal es que te pidan algún tipo de información personal y ¡zás! Ahí ya te habrán cazado vilmente.
¿Qué aplicaciones son las peligrosas? No hay una forma clara de saberlo porque van variando con el tiempo y a veces hasta se cambian de nombre para eludir a los curiosos y los más avispados. Aquí te soltamos unas cuantas, pero hay muchas más.
Etcétera, etcétera, etcétera. Hagas lo que hagas, aunque tengas más mono que Gollum sin anillo, no te descargues ninguna de estas apps. El remedio podría terminar siendo peor que la enfermedad.
Si quieres saber quién ha visitado tu perfil tendrás que buscarte las habichuelas y jugar un poco al detective. No averiguarás con precisión si el cotilla es tu vecino o tu compañera del trabajo, pero en algunos casos podrás llegar a intuirlo.
¿Has notado que tus contactos postean cada vez menos cosas? La respuesta es sencilla: es por culpa de los Stories. Este formato se está comiendo poco a poco la actividad tradicional de la red social (y contagiando a la competencia).
Son más ligeros, no tienen tanto coste de oportunidad, y hablando en plata, si te equivocas es probable que el error lo vea mucha menos gente que por la otra vía. Además no te obligan a comerte tanto la cabeza.
Puedes subir cosas más cotidianas y caseras sin tener que pasarte media hora eligiendo los filtros, los hashtags y el mensaje existencialista de turno. Vamos, que los Stories son un win-win. Por eso y porque te permiten cotillear quiénes los han visto.
Es tan sencillo como abrir el Storie subido pulsando en tu perfil de la barra de Stories (valga la redundancia), y pinchar en el icono que aparece en la esquina inferior izquierda del mismo. Ahí se te desplegará una lista con los usuarios que ya lo han visto.
Lo más interesante de esto es que la app te mostrará tanto a los usuarios que sigues o te siguen como a cualquier otra persona que por lo que sea haya abierto la publicación. Es más probable que ocurra si has mencionado a alguien o puesto algún hashtag.
¿Cuál es el “pero”? Siempre hay uno. En este caso es que solo podrás hacer esto durante las primeras 24 horas desde la publicación. O lo que es lo mismo, hasta que desaparece de tu feed y pasa a almacenarse en “Archivo”.
En ese apartado, al que llegarás desde el menú de tu perfil, podrás revisar todos los Stories subidos y cuánta gente los ha visto, pero no quién.
Si no estás esperando ningún mensaje o correo, lo más seguro es que cojas el teléfono, y casi como si fuera un acto reflejo, borres todas las notificaciones que tienes almacenadas en la barra de alertas. Grave error.
Imagina que había algo importante que después no puedes localizar sin acceder desde su propia notificación. ¿El qué? Te estarás preguntando. Pues nada más ni menos que los Me gusta de Instagram.
Cuántas veces no estabas cotilleando algún perfil y sin querer le has dado like a una foto o un vídeo. Aunque lo deshagas, esa persona seguirá manteniendo la alerta avisando de que has interactuado con su contenido.
Esto puede ser tanto un problema como una ventaja. Si eres tu la víctima no tienes nada más que deslizar las notificaciones y ver quién ha sido. Ahí sí, con nombres y apellidos, bien clarito. Ahora bien, al pinchar en el mensaje lo más seguro es que se desvanezca.
Llegarás a Instagram pero a la sección principal. Eso sucede cuando la otra persona se ha dado cuenta del error y ha querido corregirlo lo más rápido posible. Te puede parecer absurdo, pero a veces funciona.
Esta última opción es la que más se acerca a la posibilidad de saber quién visita tu perfil de Instagram. El problema es que para poder hacer uso de ella debes tener la versión de empresas de la app.
Y sí, eso cuesta dinero. En esa suscripción, además de poder hacer un uso normal de la red social, también obtienes acceso a un apartado específico de estadísticas. ¿Qué puedes conocer ahí? Pues muchas cosas:
Ninguna de estas opciones contempla directamente conocer la identidad del visitante del perfil, pero se acercan a algo parecido. Por ejemplo, te permite saber cuando te dan likes a algo, y analizar el tipo de perfil que lo ha hecho.
Si tienes una pequeña pista de quién te está espiando, esta es una buena opción de salir de dudas. De hecho, ya solo con saber dónde se ha producido la interacción puedes descartar muchas alternativas.
Y en este mismo sentido, hay una posibilidad más para despejar la incógnita. También es propia de marketeros y expertos en comunicación. Hablamos de trackear la web que alojes en el perfil de Instagram.
Después acudes a Google Analytics y estudias los datos. Ya te advertimos de que para esto antes debes entender bien las métricas SEO porque no son especialmente claras a simple vista.
¿Mucho rollo para saciar la curiosidad? Por el momento es lo único que se puede hacer para saber quién visita tu perfil, o por lo menos intuirlo. Recuerda que la privacidad es más importante que el salseo.
Además, si sospechas que alguien te está cotilleando, lo mejor será que le preguntes directamente a esa persona. Seguramente te ahorres mucho tiempo y algún que otro quebradero de cabeza.
