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Los diez mandamientos de eficiencia energética para ahorrar luz y cuidar el planeta


Cuando se trata de eficiencia energética, ahorrar luz parece ser la meta de consenso pero, ¿cuáles son los diez mandamientos del ahorrador de electricidad para conseguir ese objetivo y también el de cuidar el planeta?

Hay gran cantidad de ideas que te ayudarán a cambiar tus hábitos. A continuación, te damos 10 claves para que implementarlas y hacer tu hogar más eficiente sea súper fácil.

1. Amarás al planeta sobre todas las cosas.

Sabemos que quieres ahorrar en la factura de la luz y que muchos de los trucos que te hemos comentado te ayudarán a hacerlo de forma directa. No obstante, ten en cuenta también aquellas cosas que, aunque no tengan un reflejo inmediato en la factura, son buenas para el planeta.

Molinos de energia eolica

Reduce los plásticos de un solo uso, intenta generar menos basura y aprovecha tu ropa para que en el cómputo total de las cosas el cambio climático y la disponibilidad de recursos se mantengan favorables.

2. No gastarás energía en vano

Aplica para muchas cosas en esta vida, como no discutir por tonterías o no planchar los paños de cocina. Usar razonablemente la energía reducirá la factura de la luz y el impacto medioambiental de tu casa.

Ya que estamos, ¿sabías que hay toooooodo un movimiento mundial que promueve que no planchemos la ropa?

Comenzó como una idea para ahorrar energía, ganó adeptos en los sectores más innovadores y se hizo un hueco rápido en el mundo de la moda, desde la alta costura con sus ideas a veces tan "poco ponibles" hasta el street style.

Investiga un poco, porque a lo mejor hasta te encaja y puedes cambiar el tiempo que gastas en aquello de "así planchaba, así, así" por algo más satisfactorio como leer un libro o salir a pasear.

Otro filón para ahorrar energía -en realidad, para contribuir al ahorro energético a gran escala- es reducir la cantidad de ropa que tienes en tu armario, equiparte solo con lo necesario y elegir prendas hechas con fibras naturales, que puedan ser más duraderas y menos contaminantes cuando debas desecharlas.

3. Santificarás las velas

Suena místico, pero es ciencia: el milagro de pagar menos luz está a tu alcance si de vez en cuando cenas a la luz de las velas, te dejas secar la melena al viento o bates unas claras con la espumadera manual de toda la vida.

Velas aromaticas para iluminar espacios pequeños

La vuelta a los básicos es más hípster que las gafas de pasta, así que no está de más que de vez en cuanto optes por lo más artesano.

4. Honrarás a tu móvil y a tu laptop

El FOMO (Fear Of Missing OUT) es ese "miedo a perderse de algo" que empezó por un uso positivo de la segunda pantalla para ser más productivos y favorecer la conciliación gracias a la tecnología, pero acabó yéndose de madre.

¿Y entonces? Fácil, toca recuperar aquella frase de padre tan socorrida: "Estate a lo que estás", no solo por tu salud mental, sino para ahorrar luz.

Cuaderno para pintar con acuarela

Centrarte en lo que estás haciendo a cada momento del día y no estar mirando compulsivamente la tele o el móvil, te ayudará a vivir con menos estrés y a ahorrar en la factura de la luz.

Dale un uso digno y responsable a tus dispositivos y aprovecha las opciones de stand-by para reducir ciclos de carga, lo cual se traducirá en un ahorro directo de la electricidad consumida y en una vida útil más larga para sus baterías.

5. No matarás... los ratos libres siempre en Instagram

Basta con ver lo tristísimo que está Maluma por lo que ve en Instagram para hacer un alto en tu rutina de devorador de Stories y preguntarte: ¿Hace cuánto que no lees un libro de verdad?

Al hilo de lo que comentábamos antes, estar un ratín en Instagram no hace daño a nadie pero vivir abducido por los stories aunque parezca que puede que no te haga falta na', aparentemente na', en realidad te desconecta de otros hobbies como la lectura o el deporte.

Queremos insistir en este punto: prueba a recuperar pasatiempos analógicos y verás cómo esto repercute en tu bienestar general y también en tu bolsillo.

6. No vivirás en sitios impuros

La limpieza frecuente de tu casa ahorra energía. Nunca será lo mismo el uso breve de la aspiradora para hacer un repaso que un uso intensivo cuando hay suciedad acumulada tipo excavación egipcia.

Además de hacer los socorridos "repasos" de limpieza entre semana, hay unas pautas muy básicas que puedes seguir para que tu casa acumule menos polvo: ventilar a diario abriendo las ventanas, cerrar las ventanas cuando no estás en casa y limpiar tus superficies con productos "anti-polvo" son algunas de ellas.

Habitación minimalista con sofá

Igualmente, una mampara de ducha bien mantenida o un azulejo de cocina limpiado con frecuencia se puede higienizar sin problema alguno con un paño humedecido en agua fría, mientras que si dejas que la suciedad se acumule, tendrás que utilizar agua caliente (ojito, que gastamos agua y también luz) e incluso agentes químicos poco amigables con el planeta.

7. No robarás... con muchos ladrones

Ay, las regletas... ¡Benditas regletas! Conocidas en los bajos fondos como "ladrones", estos aparatos nos suelen sacar de apuros al multiplicar las ranuras disponibles en nuestros enchufes.

¡Pero! (¿Hay algo en esta vida que no tenga, al menos, un pero?) Presta atención al tipo de ladrones que tienes por casa y al uso que les das, porque en muchos casos consumen energía por sí mismos aunque no tengan nada conectado. Es el llamado "consumo fantasma" que, aunque es poco, puede llegar a acumular bastantes euros al año.

Aunado a ello, algunas regletas pueden producir sobrecargas en los enchufes originales incrementando el riesgo de accidentes.

Nuestra recomendación: utiliza regletas o ladrones solo cuando sea necesario y vigilando muy bien la potencia de los aparatos que conectas.

8. No mentirás... al tipo del espejo

Autoengañarse es más viejo que el hilo negro y puede hacer que tu factura de la luz se dispare. Aquí algunos de los autoengaños más frecuentes que te hacen consumir electricidad:

Ver la tele tumbado en el sofá

Ponerse la típica peli que acaba en siesta puede ser muy relajante, pero si la siesta dura horas y esta acción es recurrente, tendrás la tele encendida un montón de tiempo en el que no la estás mirando. Esto consume electricidad y desgasta la tele.

Ponerte un café "para ahora en un ratito"

Más frecuente de lo que nos gustaría, lo de hacer un café y olvidarte de él mientras estás a otras cosas es muy común...

Cafetera italiana con taza

Resultado: volver a calentar el café en el microondas, añadiendo un consumo de electricidad que podrías evitar si aprovechases ese momento para relajarte y disfrutar de tu bebida. Además, ¿existe alguien a quien realmente le parezca que un café recalentado está rico?

Quitamiedos hasta los 40 años

Antes que nada, admitimos que el miedo es libre, tengas la edad que tengas. No obstante, la creencia de que dejar una luz encendida toda la noche y meter bien los pies por debajo de la manta evita que te ataquen los monstruos que viven bajo la cama, puede aumentar en unos cuantos euros al mes tu consumo de luz.

9. No consentirás energías impuras

Y con "impuros" no nos referimos a hurgarte la nariz, sino a cosas bastante más serias, concretamente dos: optar por energías no eco-friendly.

En primer lugar, es un tema de responsabilidad con el medioambiente: la energía verde, por ejemplo, la proveniente de paneles solares, siempre será menos dañina para el planeta que otros sistemas más contaminantes.

Optar por energía verde, además, suele representar un ahorro muchas veces significativo en tu factura de luz; no solo por su coste en sí, sino porque cada vez más los gobiernos subvencionan este tipo de energía para que a ti te sobren las ganas de elegirla.

10. No codiciarás lo ajeno

Instagram es un disparador de envidias como pocos: mega-viajes, tipines, pelazos y casas de revisa, ¡ay, las casas de revista! Fotos de casas que tienen mucho peligro si las mezclas con otro gran viejo conocido de Internet: el DYI (Do It Yourself).

Ojo, que nos encanta que la gente se ponga manos a la obra con mejoras que estén a su alcance, pero una cosa es eso y otra muy distinta es entregarte a la tentación de hacer reparaciones eléctricas caseras sin tener NPI (Ni una Pequeña Idea) de cómo se hacen de verdad.

Estos "apaños" en muchos casos podrían aumentar el consumo eléctrico de tu casa en comparación a los trabajos hechos por un profesional, que sepa cómo realizar cualquier instalación para hacerla lo más eficiente posible.

Por otro lado, la improvisación, la inexperiencia y la información poco precisa cogida de Internet pueden conducir a error y generar desde pequeños accidentes que hagan que la electricidad o algún aparato de tu casa no funcione correctamente, hasta sustos más serios y caros de reparar.

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