A pesar de que los malos más malos de Disney siempre han tendido a ser hombres, lo cierto es que la historia de la factoría de los sueños también ha estado plagada de malas malísimas. De hecho, diríamos que algunas de ellas han llegado a ser mucho peores incluso sus homónimos masculinos. Y es que, mientras muchos de ellos han sido auténticos cabezas de chorlito, las villanas mujeres pueden presumir de ser tremendamente inteligentes.
Las mujeres, ya sean en su papel de antihéroes o en el de las mejores superheroínas de la historia, son personajes mucho más complejos de representar, y eso se nota. Por muy blancas que quiera contarnos sus películas el estudio de animación más famoso que jamás se haya creado. Hoy no vamos a hablar de los mejores personajes femeninos de anime y manga, sino de las mujeres más terroríficamente perfectas de Disney, ¡y ya os adelantamos que la cosa va a tener su miga!
La reina Grimhilde
Tenía que estar la primera no solo por ser la peor de las malas de película Disney, sino porque además fue la primera de su especie. Walt Disney comenzó su imperio de largometrajes gracias a la historia de Blancanieves y los Siete Enanitos, pero ya se sabe: una película es tan buena como bueno es su villano. Y en este caso era villana… y cumplía su función de una forma magnífica.
La belleza de la reina Grimhilde era totalmente indiscutible en el reino hasta que floreció la de su joven hijastra, la inocente Blancanieves. Tanta envidia le tenía a la chica y tan mal le sentó que su espejo mágico le dijese que la más hermosa del reino no era ella, que decidió mandarla asesinar. ¡Ya hay que ser mala! La puso en manos de un cazador que debía acabar con su vida, pero el hombre no fue capaz e hizo que la chica se escondiese en el bosque.
El problema es que el espejo veía más allá de lo que alcanzan unos ojos estándar, así que tras perderla de vista un tiempo, volvió a responderle a Grimhilde que la más guapa seguía siendo Blancanieves. ¿Pero cómo? ¿No estaba muerta? ¡Pues resulta que no!
La chica había conseguido salir adelante gracias a unos enanitos de lo más peculiares y trabajadores:
- Sabio
- Gruñón
- Feliz
- Dormilón
- Tímido
- Mocoso
- Tontín
Pues la Reina no se contentó con haber enviado a su hijastra al exilio, sino que se desplazó hasta el bosque disfrazada de anciana para darle una manzana envenenada a su hijastra. Vamos, que era más mala que el veneno que llevaba la fruta. Por suerte un príncipe pasaba por allí y ya se sabe, los besos de estos chicos resucitan a un muerto, ¡así que todo se quedó en un susto!
Cruella De Vil
Con ese nombre, estaba claro que muy buena no podía ser. Cruella deriva de ‘cruel’ y De Vil, por muy chic que parezca, apunta muy claramente al término anglosajón ‘devil’, o sea, ‘demonio’. Y es que solo un demonio cruel podría querer sacrificar a nada menos que a un centenar de dálmatas bebés para elaborarse un outfit a la última, ¡hay que tener muy poco corazón!
Por cierto, antes de que se pusiese de moda esto de llevar a la acción real los filmes clásicos de la factoría de los sueños, Glenn Close ya le dio vida en la gran pantalla. Ahora, al estilo de nuestra próxima protagonista, tendrá su propia película y la protagonista será nada menos que la oscarizada Emma Stone. ¿Estamos ante la próxima sensación? Sin duda alguna, ¡nosotros no nos la perdemos!
Maléfica
Si hablamos de malas de película de Disney, solo hay una capaz de rivalizar con la señorita De Vil. Nos referimos, claro está, a la primera de ellas en contar con películas propias a modo de spin offs: Maléfica, la bruja de La Bella Durmiente.
Solo a una mente muy retorcida se le podía ocurrir lanzar una maldición sobre un bebé por el mero hecho de no haber sido invitada a la fiesta que se había declarado en su honor. Ahora bien, puede que la culpa sea un poco de sus padres también… con la de nombres que había, no se les ocurrió otra que bautizarla como Maléfica, ¡si es que no se puede ir por la vida condicionando así a la gente!
Como ya hemos dicho un poco más arriba, este personaje tuvo el honor de ser la primera de las mujeres villanas de la franquicia en tener su propio filme. Y claro, para una ocasión como esta era necesario contar con un nombre a la altura: nada menos que la también oscarizada Angelina Jolie.
Sobre sus orígenes, a poco que conozcáis su historia, sabréis que condenó a la princesa Aurora a pincharse con una aguja y a caer en un sueño eterno. Además, tiene la capacidad de convertirse en dragón, algo bastante espectacular, y como toda mala muy mala tiene a su servicio a unos cuantos esbirros que, claro está, no le van a la zaga. El día que las villanas encuentran a unos secuaces medianamente competentes… nos da a nosotros que la historia va a ser muy distinta.
La Reina de Corazones
“¡Que le corten la cabeza!”. Esa es la frase que más repetía la desquiciada reina del mundo no menos desquiciado al otro lado del espejo en Alicia en el País de las Maravillas. Eso sí, por muy loca que estuviese, lo cierto es que este personaje daba bastante miedito por lo inestable de su comportamiento, ¡nunca se sabía por dónde podía salir!
Un comportamiento, por cierto, que fue muchísimo más acusado con la magistral interpretación de Helena Bonham Carter. El personaje ideado por Tim Burton poco o nada tenía que ver con el original de la película de dibujos animados, pero lo cierto es que fue muy interesante ver un giro tan bien trabajado.
A diferencia de los dos personajes anteriores, no creemos que esta cabeza de chorlito diese como para una película propia, ¡aunque nunca se sabe! Por cierto es una amante del cricket, aunque lo cierto es que buena, buena, lo que se dice buena… no es.
Úrsula
Volvemos a las villanas Disney por derecho propio, y es que se nos ocurren pocas malas de película con más mala idea que Úrsula. La bruja de los mares, enemiga confesa de Tritón, el padre de Ariel, ve una gran oportunidad para sus intereses embaucando nada menos que a La Sirenita. La joven desea conocer el mundo exterior y ella le concede unas horas de piernas humanas… a cambio de su voz.
Lo que Ariel no pensaba ni por asomo es que Úrsula usaría sus poderes para convertirse en una bella joven que, gracias a dicha voz, intentaría arrancarle de los brazos al príncipe Eric. O que aprovecharía su ausencia para intentar hacerse con el trono de su padre. A nosotros nos traumó de pequeños, ¿cómo podía ser tan mala una mujer cuya mitad inferior era la de un pulpo? Aunque bien pensado, a lo mejor era precisamente por eso…
No entraremos en detalles por si no la habéis visto o no os acordáis, pero por suerte la cosa cambia y todo termina bastante mejor de lo que parece. Eso sí, después hicieron alguna que otra secuela y no sabemos en qué quedaría la cosa. Nos encantaría ver un spin off de Úrsula, ¡a este personaje sí que le vemos bastante potencial a desarrollar!
Lady Tremaine
Esta víbora no está entre las mejores villanas de Disney por sus superpoderes, ni tampoco por su arte con el veneno. La mala más mala de La Cenicienta trata de forma totalmente inhumana a una pobre chiquilla que había llegado a sus brazos como su hijastra.
Lo único que le importa a Lady Tremaine es que la pobre Cenicienta sirva a sus hijas para que estas consigan darse la vida padre. De hecho, la convierte en su sirvienta. Lo que no se esperaba para nada esta señorona es que la joven tuviese un hada madrina más apañada que las pesetas.
La noche en la que el príncipe daba una fiesta y Lady Tremaine y sus hermanastras decidieron dejar encerrada a Cenicienta para que no les levantase el ligue, el ser mágico aparece para que la pobre chica deje de derramar lágrimas. Le pone un vestido bonito hasta decir basta, unos zapatos de cristal y convierte una calabaza en la carroza más bonita que jamás se haya visto. ¿El problema? Que la magia se acaba con la última campanada de la medianoche.
A la joven le da tiempo de conocer al príncipe y camelárselo, pero al escuchar las campanadas sale corriendo y se deja atrás un zapato. ¡Qué mala suerte tiene esta chica! Para disgusto de Lady Tremaine, el príncipe recupera el zapato y decide probárselo a cada mujer de la zona hasta dar con su amada. Las versiones más gore del cuento aseguran que esta mala mujer llega incluso a cortarle el pie a una de sus hijas para ver si así le cabe el zapato. ¿Y sabéis qué? ¡Que la creemos muy capaz de ello!
Al final, como era de esperar, esta villana se queda con un palmo de narices.
Yzma
Hablar de El Emperador y sus Locuras es hablar de una película bastante atípica para el estudio. Por primera vez se nos presentaba a un protagonista con el que era realmente complicado empatizar. ¿Acaso nos habían puesto al malo de personaje principal? Pues no, basta con verla aparecer en pantalla para darse cuenta de que la mala de verdad es Yzma.
Esta especie de cuidadora de Kuzco en realidad está bastante harta del caprichoso mandamás. De ahí que intente acabar con su vida para ocupar su puesto, pero ser mala no significa que sea buena en lo que hacer… y a ella le sale el tiro por la culata. Le convierte en llama, un animal bastante curioso que nos enamoró en cuanto lo vimos.
Lo cierto es que Yzma no entra en el grupo de villanas Disney que más miedo dan. Es más bien cómica y da incluso algo de penita. Pero oye, es la mala, ¡y eso hay que respetarlo!
La reina Narissa
Es la única de las villanas Disney del listado que lo ha sido sin pasar antes por el mundo animado. Eso sí, estando interpretada nada menos que por Susan Sarandon, no podía faltar. Narissa es una Reina viuda que no está dispuesta a ponérselo fácil a su sucesora, la joven Giselle.
Una boda de esta terminaría apartándola a ella a un lado, así que ya os podéis imaginar la historia. Por supuesto, no bastaba con esa maldad intrínseca. Narissa, al igual que Maléfica, tiene el don de convertirse en dragón. Lo único que no entendemos de personajes como este e spor qué son tan retorcidos. Te conviertes en dragón, acabas con todo lo que te disgusta y a otra cosa, ¿verdad? ¡Si en el fondo es mucho más fácil de como nos lo ponen!
Madame Mim
Esta es, sin duda alguna, una de las villanas de Disney más particulares que hayamos visto nunca. Viste de morado, tiene el pelo morado y diríamos que incluso su piel es morada. La verdad, no es muy agraciada físicamente, pero vayamos a lo que realmente importa: es la mala más mala de la película Merlín el Encantador.
¿Y qué clase de malvadas puede plantarle cara al mago más grande de todos los tiempos? Esta clarísimo: una bruja que puede convertirse en dragón. Diréis que es un recurso muy manido y no os faltará razón, aunque teniendo en cuenta que este extraño poder es de las películas más antiguas, podemos dejarlo en que es un clásico.
La verdad es que ver al cascarrabias de Merlín fuera de sus casillas por culpa de un personaje tan grotesco como Madame Mim tiene su aquel. Cierto, no es la película favorita de casi nadie, ¡pero sí una de las que mejor ha envejecido!
Gothel
Estaba claro que Disney tendría que adaptar antes o después el cuento de la princesa encerrada en una torre por cuya larga cabellera ascendía su salvador. Sin embargo, que lo hiciese ya bien entrado el siglo XXI hizo que pudiésemos disfrutar de una reedición de la historia bastante agradable. ¡La chica necesitaba más bien poco que alguien la salvase, ya se valía por sí misma!
Eso sí, la historia de la torre siguió vigente, y la villana encargada de aplicar semejante castigo fue Gothel. La hechicera, enfadadísima por haber perdido la flor dorada que le otorgaba la eterna juventud, decidió raptar a Rapunzel, un bebé de cabello mágico gracias a dicha flor. La secuestra y se la lleva a vivir a una torre altísima de la que esta no puede salir en toda su infancia y gran parte de su adolescencia. Además, Gothel se hace pasar por su madre, lo cual nos parece tremendamente rastrero.
Al final es engañada por Rapunzel que, en contra de su voluntad, consigue salir al fin al mundo exterior y vivir unas aventuras de las que estaba sedienta. Y menos mal, ¡porque la película está bastante entretenida!
Madame Medusa
Esta es, probablemente, una de las villanas de Disney más desconocidas. Por el nombre es probable que no la recordéis, pero… ¿y si os hablamos de Bernardo y Bianca? Así es, ¡es la mala de Los Rescatadores! La verdad es que en su día fuimos bastante fans de estos animalitos, ¡y esta señora nos cayó fatal!
La mujer quiere conseguir un diamante a toda costa y para ello decide secuestrar a una niña. ¿Su intención? Hacerla entrar en la cueva en la que se encuentra la piedra preciosa. La verdad, muy bien de la cabeza no estaba, pero era una malvada a la altura de los protagonistas de esta historia.
Al margen de ella, lo cierto es que, aunque la segunda parte de la saga, Los Rescatadores en Cangurolandia no fue muy exitosa, nos encantaría ver una reinterpretación de la saga para, al menos, poder cerrar la trilogía. A nosotros estos ratoncitos nos caían de maravilla, ¡y no eran nada malos en lo que hacían teniendo en cuenta lo pequeñitos que eran!
Como habéis podido apreciar a lo largo del post de hoy, no son pocas las villanas que Disney ha puesto en liza como contrapunto a sus distintos protagonistas. Y ojo, porque nos da en la nariz que la tónica no solo va a continuar, sino que va a acrecentarse. Tal y como os contábamos al principio del texto, las mujeres son personajes más profundos, con muchos más matices. Cuando son buenas, pueden llegar a ser muy buenas, pero cuando son malvadas… lo mejor es no querer saber cuáles son sus límites.
No sabemos qué historias tiene preparadas la compañía, pero algo es seguro. Seguirá siendo la preferida de niños y mayores durante muchos años más, ¡y gran parte de culpa de ello la tienen unas villanas que a veces son muy poco valoradas por parte del público!