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Es un truco que ya usábamos cuando eramos teenagers; ponías el navegador en modo incógnito y así tus padres no sabían en qué páginas te habías metido. Hoy esto lo usamos más por cosas de privacidad que de picardía.
El mundo está más concienciado que nunca con el uso que hace Internet de los datos. Especialmente por cosas como la polémica de Facebook hace unos años, o las constantes noticias relativas a la compraventa de nuestra información personal.
¿No has notado que Instagram se te llena de anuncios de zapatillas después de hablar de comprarte unas? Las cookies nos persiguen en silencio recogiendo todo lo que hacemos en la red. Pero ahí está el modo incógnito para salvarnos.
Hay navegadores como DuckDuckGo que lo llevan en su propia bandera, y otros que lo ofrecen como ajuste opcional. Veamos uno a uno cómo se configura esto y si realmente sirve para algo más que ocultar el historial a los demás. 🔭
En ordenador abre Chrome y pulsa el botón "Más" representado con tres puntitos verticales. Selecciona "Nueva ventana de incógnito" y listo: ya estás navegando en modo incógnito. Como ves no tiene absolutamente ningún misterio.
Si lo prefieres puedes utilizar un atajo para ahorrar tiempo. Concretamente este: CTRL + Mayus + N. En Mac el truquito se activa con la combinación "⌘ + Mayús + N". Lo que viene siendo lo mismo, vaya.
Para asegurarte de que estás en modo incógnito fíjate bien en el icono que aparece en la esquina superior derecha. Deberías estar viendo un botón con el símbolo de un sombrero y unos prismáticos, acompañado de la palabra "Incógnito".
Ten en cuenta que solo estarás navegando protegido en la ventana que acabas de abrir. Las demás seguirán funcionando como hasta ese momento. ¿Qué pasa en Android y iOS? Pues lo mismito. Los pasos a seguir son idénticos a PC y Mac.
En todo caso acuérdate de bloquear las cookies de terceros activando el switch que aparece en la landing de la ventana de incógnito. De esa forma podrás comprar billetes de avión y otras cosas sin que te cambien los precios por seguimiento.
El ajuste siempre va por ventanas y nunca por programa. Es decir, que tendrás el modo incógnito en aquella ventana que hayas abierto como tal. Para desactivarlo solo tienes que cerrarla de forma normal.
Ten en cuenta que dentro de una ventana de incógnito puedes tener abiertas varias pestañas. Si la cierras te estarás cargando todas esas páginas al mismo tiempo. por lo que conviene revisar y guardar lo necesario previamente.
Para activar el modo incógnito en Firefox no hay más que seguir un proceso muy parecido al que acabamos de ver en Chrome. Las empresas se copian unas a otras viendo que funciona la configuración más sencilla posible.
Así que abre el navegador desde la plataforma que quieras, selecciona el botón con las tres rayas horizontales de la parte superior derecha y pulsa "Nueva ventana privada". No hay mucho más que contar.
Aquí el icono del ajuste se identifica solo por unos prismáticos, pero la privacidad funciona casi igual que en el navegador de Google. Ambas permiten igualmente abrir enlaces directamente en modo incógnito. Clic derecho donde sea y aparece la opción.
En Firefox no verás el pulsador para bloquear las cookies de terceros que sí teníamos en Chrome, pero a cambio ofrece bastantes más opciones de privacidad. Para llegar a ellas entra en los ajustes y accede al apartado "Privacidad & Seguridad".
Te recomendamos que si no quieres estar lidiando con cookies y otras movidas de seguimiento, navegues tanto con el Modo Estricto como con las restricciones bien complementadas.
Lo más útil e interesante de este navegador y con diferencia. En Firefox puedes dejar activo siempre el modo de navegación privado para no tener que andar ajustando y desajustando las ventanas.
Para ello vuelve al apartado de "Privacidad & Seguridad" que mencionábamos antes, pero ahora dirigiéndote a "Historial" (haz un poco de scroll y lo verás). Esto aparece marcado como "Recordar el historial" de forma predeterminada.
Basta que lo cambies a "No recordar el historial" para que al abrir Firefox ya esté configurado de esa forma. Recuerda que el historial no es lo mismo que las cookies, y que eso requerirá otros ajustes.
Una cosa es que el ecosistema de Apple sea cerrado y esté bastante protegido frente a malware, y otra muy distinta que la información goce de total privacidad. De hecho, al navegar con Safari te expones a la misma vulnerabilidad que en sus alternativas.
Para activar el modo incógnito en Safari mira en la parte superior del navegador. Selecciona "File" o "Fichero" y ahí pulsa sobre "Nueva ventana privada". El funcionamiento es idéntico al que ya hemos visto en el resto de navegadores.
Sabrás que está activado porque la ventana se tornará negra y aparecerá una notificación del propio programa advirtiendo de la configuración. Para salir de ella no tendrás más que cerrar la propia ventana. Nada nuevo.
En iPhone el camino es el mismo, solo que hay que jugar con el botón de la multipantalla para abrir la nueva navegación en modo incógnito. Es decir, llegar hasta "Grupo de pestañas" y luego marcar la configuración representada por una mano.
Al igual que en Firefox, con el navegador de Apple también puedes recurrir a unos ajustes permanentes que mantendrán la privacidad activada en todo momento. Da igual que cierres y abras la ventana porque siempre estarás protegido.
Vuelve a la barra de opciones superior pero ahora selecciona "Safari". Aquí quédate con "Preferencias". También puedes llegar hasta ahí con el botón "Comando +". En la pestaña "General" fíjate bien en las primeras opciones desplegables.
Es en esa sección de la ventana donde encontrarás los desplegables para condicionar cualquier tipo de apertura al modo incógnito. Asegúrate de que todo está configurado como quieres y listo.
Se ha hablado mucho de esto en los últimos años porque los usuarios se han dado cuenta de que el modo incógnito no es tan así. De hecho incluso dentro de Google hay bastante movida con el tema, con empleados y demandas de por medio.
¿Hay engaño? No realmente. Ni en este navegador ni en los demás. Lo que pasa es que no nos paramos a leer las condiciones del servicio. Están ahí mismo, detrás de un simple botón. El gigante del buscador nos lo explica bien claro. Esto es lo que sí protege:
Y todo esto es lo que podría seguir almacenando aunque estés en modo incógnito:
Esto sucede porque la configuración solo funciona en modo local. Es decir, con los ficheros que se almacenan en tu propio servidor y equipo. Como sabes Internet funciona intercambiando datos, y estos siguen llegando a los servidores web.
El modo incógnito tiene ya bastantes años. Lo estrenó Safari en 2005, Chrome en 2008 y las demás de 2009 en adelante. Durante todos estos años hemos creído que eran murallas infranqueables, pero todo tiene sus matices.
